Segundo Blog Oaxaqueño

main image

La complicada religiosidad de ser humano

El Martes pasado visitamos el sitio arqueológico y famoso  de Monte Alban. Es muy tranquillo y bonito con una magnifica vista de las villas de los alrededores. En el antiguo Reino Zapoteco construyeron  edificios muy buenos. Su juego, sus plantas, su diseño combina el tiempo y las Estrellas como partes de un único sistema complejo y profundo de universo y vida.

De acuerdo a los antropólogos encontramos allí todos los elementos más importantes para encontramos con la divinidad: una montana que nos acerca a los dioses, juegos, los sacerdotes, los sacrificios. La gente  buscaba entonces como ahora una puerta del cielo. Vemos así nuestra capacidad humana por transcendencia y misterio.  

Pero encontramos también una dimensión terrible. Los enemigos eran torturados y morían en sacrificio.  La acción de gracias para los dioses era !la sangre humana! Aquí vemos la doble dimensión nuestra en nuestros momentos de violencia e ira y también en nuestros deseos de conectarnos con la divinidad.

Eso lo conocemos en profundidad desde el pecado original.  Ello describe el corazón de toda la gente  con ambas partes el bien y el mal.  Nosotros escogemos el bien en nuestro Redentor y Salvador.


Saludos

+GRS

Complete the Race (II Timothy 4:17)

At the end of our vacation we find ourselves in Chicago for its Marathon weekend (the fastest, I have read this morning, perhaps because it is cool and relatively level). Marathons offer many good things. You can see world-class athletes from places like Ethiopia and Kenya. There is a feel of fiesta with signs by family members, getups by some for-fun runners, and food for sale.

But as I looked out my hotel window at 7:30 a.m., I watched the race of competitors who have lost legs or their use. Wheeling vehicles by arm for 26 miles means serious fitness and determination.

Those competitors were to me, this morning, a symbol of the Church too. For each is wounded. The larger family cheers them on. Each by grace has risen up to run the race. Ahead is the goal, the prize, the welcome home. We find the companionship of Jesus the Lord, there, and along the route too.

Amen.

GRS