The Lambeth We Hope For

06.20.19 | Homepage

    Feast of the Ascension 2019

    Dear Brothers and Sisters,

    Greetings in our crucified and risen Lord Jesus Christ. We believe that it is the ‘acceptable time’ to articulate a vision of what we hope for in the Lambeth Conference 2020.  While all are free to offer their views, harsh disagreement ought not to be the dominant note the world hears from us.  This multi-lingual letter lifts high those things held largely in common in order to build up and encourage.  We claim no special authority, and thus speak to our fellow bishops as their brothers and sisters. 

    We hope for a Lambeth Conference built on common faith

    Though our provincial Books of Common Prayer show many variations, they all witness to the creedal center of our faith: the triune God, the divinity of Christ, His atoning death for the forgiveness of our sins, His bodily resurrection and ascension, and the Holy Spirit’s work in the Scriptures and the Church’s life.  There is agreement, furthermore, in most of the Communion about the received, traditional teaching concerning the nature of marriage, which is in accord with Scripture. It found expression at Lambeth 1998 in Resolution I.10.  Finally, we Anglicans share a common history, for example the See of Canterbury itself, which is a symbol of our apostolic roots and common life.  We hope for a Lambeth Conference where we take this common inheritance of truth seriously and seek to build upon it for the sake of witness and teaching. 

    We hope for a Lambeth Conference marked by charity 

    At Lambeth, though a fractious family, we ought still to think of our fellow Anglicans in the best light possible. For example, there have been many important movements of mission and renewal in our Anglican tradition (e.g. the Oxford Movement and the East African Revival), and we can likewise see GAFCON in this way.  We can also appreciate the role Global South Anglicans have played in strengthening the mission of Christ in their provinces. We commend the Primates’ view that only Churches aligned with Communion teaching should represent it in ‘doctrine and polity.’  But we are also willing to listen to our colleagues who hold in conscience dissenting views.  More generally, we all need in our hearts to lay aside old recriminations, as each of us hears these Gospel injunctions: ‘bear one another’s burdens,’ ‘speak the truth in love,’ ‘do not let the sun go down on your wrath’ (Galatians6:2, Ephesians4:15,26).

    May Lambeth be an occasion of hope for ourselves and for the world

    We hope for a Lambeth that is ordered to prayer and the Bible, that nourishes our humility, that opens us to God’s conversion in the Spirit, and that encourages us to renewed forms of teaching and witness which will inspire and attract younger generations in our nations and our churches. It is also crucial that we reject all forms of cultural and racial pride, while listening and deliberating with one another with full respect.  I Peter, upon which Lambeth 2020 will meditate, says it best: ‘have unity of spirit, sympathy, love for one another, a tender heart, and a humble mind…always be ready to make your defense…for the hope that is in you’ (3:8,15).

    United in faith, hope, and love, we can at Lambeth confront together the urgent problems in our Communion and in our world.  We all share a worry about what may lie ahead in our common future, for as a divided Church we will struggle to witness to a divided, broken world.  We hold in prayer those among us who face persecution and danger.  We need to be stewards of creation.  We hope for a conference which encourages us all to stand on the side of the poor and those who are maltreated, to call sinners to repentance and to offer forgiveness in the Lord’s name, to walk His way of love, and to seek reconciliation among ourselves and with our neighbors. 

    As it did a century ago, we hope Lambeth 2020 will remind us of the ecumenical calling from our Lord to be one as He and the Father are one (John 17:22).  We do so by taking seriously the witness, gifts, and counsel of our brother and sister Christians in other churches.   Within the Communion itself, some have felt frustration with the ‘Instruments’ over the past two decades, as they have struggled to balance autonomy and mutual accountability.  We hope for a Conference that lays out a path ahead in the next decade, and we pray for the patience to walk it.  We hope for a Conference in which we deepen our sense of ‘mutual responsibility and interdependence in the Body of Christ’ (Anglican Congress 1963), both in the program and in personal friendships.

    Throughout, may we be reminded that our truly global Communion is not primarily a problem but rather a remarkable, though fragile, gift--a sign of the Church catholic.

    Veni Sancte Spiritus

    Peace,

    Mensaje a la Comunión Anglicana

    Amados hermanos y hermanas en Cristo:

    Saludos en nuestro Señor Jesucristo crucificado y resucitado. Creemos que es el "momento aceptable" para articular una visión de lo que esperamos en la Conferencia de Lambeth 2020. Si bien, todos somos libres de expresar nuestros puntos de vista, sin embargo, el desacuerdo que podamos tener no debe ser la nota dominante que el mundo deba escuchar de nosotros. Esta carta proclamada en varios idiomas enaltece aquellas cosas que tenemos en común, razón por lo cual buscamos construir y alentar. No reclamamos ninguna autoridad especial y, por lo tanto, hablamos con nuestros obispos como sus hermanos y hermanas.

    Esperamos una Conferencia de Lambeth basada en la fe común.

    Aunque nuestros libros provinciales de oración común muestran muchas variaciones, todos ellos son testigos del centro y el credo de nuestra fe: el Dios trino, la Divinidad de Cristo, su muerte expiatoria para el perdón de nuestros pecados, su resurrección y ascensión corporal, y la obra del Espíritu Santo en las Sagradas Escrituras y en la vida de la Iglesia.

    Además, hay acuerdo, en la mayor parte de nuestra Comunión, acerca de la enseñanza recibida sobre la naturaleza del matrimonio, como se expresa en Lambeth 1.10, de acuerdo con el testimonio bíblico. Finalmente, los anglicanos compartimos una historia común, por ejemplo, la propia Sede de Canterbury, que es un símbolo de nuestras raíces apostólicas y de nuestra vida común. Esperamos una Conferencia de Lambeth en donde tomemos en serio nuestra herencia común de la verdad y procuremos construirla por el bien de nuestro testimonio y nuestras enseñanzas.

    Esperamos una Conferencia de Lambeth marcada por la caridad.

    En Lambeth, a pesar de ser una familia fraccionada, debemos pensar en los demás anglicanos de la mejor manera posible. Por ejemplo, ha habido muchos movimientos importantes de misión y renovación en nuestra tradición anglicana (por ejemplo, el Movimiento de Oxford, el Renacimiento del África Oriental), y también podemos ver a GAFCON de esta manera. Del mismo modo, podemos apreciar el papel que han desempeñado los anglicanos del Sur en el fortalecimiento de la misión de Cristo en sus provincias. Elogiamos la opinión de los Primados de que aquellos alineados con las enseñanzas de la Comunión deben hablar oficialmente para la Comunión sobre la fe y la moral. Pero también estamos dispuestos a escuchar a nuestros colegas que sostienen en conciencia las opiniones disidentes. De manera más general, todos necesitamos en nuestros corazones dejar a un lado las antiguas recriminaciones, ya que cada uno de nosotros escucha estos preceptos del Evangelio: "llevar la carga del otro", "decir la verdad con amor"; "No dejes que el sol se ponga sobre tu ira" (Gálatas 6: 2, Efesios 4: 15,26)

    Que Lambeth sea una ocasión de esperanza para nosotros y para el mundo.

    Esperamos un Lambeth ordenado en oración y la Biblia, que alimente nuestra humildad, que nos abra la conversión de Dios en el Espíritu, que nos aliente a formas renovadas de enseñanza y testimonio que inspiren y atraigan a las generaciones más jóvenes de nuestras naciones e iglesias. También es crucial que rechacemos todas las formas de orgullo cultural y racial, mientras escuchamos y deliberamos con respeto mutuo.

    Unidos en la fe, la esperanza y el amor, en Lambeth podemos enfrentar juntos los problemas urgentes de nuestra Comunión y en nuestro mundo. Todos compartimos una preocupación por lo que pueda ocurrir en nuestro futuro común, pero como Iglesia dividida, lucharemos por dar testimonio a un mundo dividido y quebrantado. Tenemos en oración a los que enfrentan persecución y peligro. Necesitamos ser mejores mayordomos de la creación.

    Esperamos una Conferencia que aliente a todos a apoyar a los pobres y a los maltratados, a llamar a los pecadores al arrepentimiento y a ofrecer perdón en el nombre del Señor, a recorrer el camino del amor establecido por nuestro Señor, y buscar la reconciliación entre nosotros y con nuestros vecinos.

    Esperamos que la Conferencia nos recuerde el llamado ecuménico de nuestro Señor a ser

     "uno como Él y el Padre son uno" (Juan 17:21), y que así tomemos en serio el testimonio, los dones y el consejo de nuestros hermanos y hermanas cristianas en otras iglesias. Dentro de la Comunión en sí, algunos se han sentido frustrados con los "Instrumentos de unidad" durante las últimas dos décadas, ya que han luchado por equilibrar la autonomía y la responsabilidad mutua. Tenemos que, admitir nuestro fracaso en el logro de la interdependencia, y con la esperanza en una Conferencia que marque un mejor camino en la próxima década, y oramos por la paciencia para caminar por este camino. Esperamos una Conferencia en la que profundicemos nuestro sentido de "responsabilidad mutua e interdependencia en el Cuerpo de Cristo", tanto en el programa como en las amistades personales. 

    En todo momento, podemos recordar que nuestra verdadera Comunión global no es principalmente un problema, sino un regalo notable, aunque frágil, un signo de la Iglesia católica.

    Espíritus Santo,

    Paz, 

    The Rt. Rev. George R. Sumner, the Episcopal Diocese of Dallas            

    www.edod.org

    The Rt. Rev. Michael G. Smith, the Episcopal Diocese of Dallas

    www.edod.org 

    The Rt. Rev. Lloyd Emmanuel Allen, Honduras, the Episcopal Church of Honduras (Spanish) 

    https://www.episcopalchurchhonduras.org 

    The Rt. Rev. Dr. Mouneer Hanna Anis, Diocese of Egypt with North Africa and the Horn of Africa (Arabic)

    http://dioceseofegypt.org

    The Rt. Rev. Manuel Ernesto, Nampula, Mozambique (Portuguese)

    https://www.almalink.org/dioceses/dionam.htm 

    The Most Reverend Martin Nyaboho, Primate of Burundi, Diocese of Nampula (French)

    http://www.anglicanburundi.org 

    The Rt. Rev. Joel Waweru, ACK Nairobi Diocese, (Kiswahili)

    http://acknairobidiocese.org 

    The Rt. Rev. Emma Ineson, Bishop of Penrith, Church of England 

    The Rt. Rev. Lydia Mamakwa, Mishamikoweesh, Anglican Church of Canada

    The Most Rev. Daniel Sarfo, Primate of the Church of the Province of West Africa

    The Letter Translated in Arabic, Portuguese, French and Swahili